Adaptable y versátil, la personalidad del horóscopo Géminis es una de las más ricas del Zodíaco. Son comunicadores natos, pero no les ocurre como a Leo, que habla por el placer de escucharse, sino que Géminis encuentra placentero comunicarse.
Es por ello que goza de una gran locuacidad, completada con una brillante inteligencia y un ingenio agudo: Los Gemelos son personas curiosas, que aman los retos intelectuales y que siempre están prontas a aprender cosas nuevas. Si bien su entusiasmo es enorme en un primer momento, se cansan fácilmente. ¡Y es que el proceso de aprendizaje es muy duro para el inquieto horoscopo Géminis!
Géminis es espontáneo y animado: como amigo, resulta divertido y refrescante, ya que mantiene una apariencia joven y moderna que resulta muy atractiva para quien está a su lado. Un nativo del horóscopo Géminis siempre estará acompañado, ya que adora la presencia de otras personas tanto como odia la soledad.
Se suele decir que el horóscopo Géminis es como un niño grande, que busca diversión y nuevas actividades para hacer. No puede haber definición más acertada, tanto por su carácter, como por su forma de relacionarse.
No obstante, muchas veces peca de superficial y de chismoso… y es que Los Gemelos aman los cotilleos. Siempre estarán al tanto de lo que le ha ocurrido a la vecina o la razón por la que esa pareja que iba a casarse ha roto. ¡Son auténticos cotillas!
Otro de los defectos que acusa el horóscopo Géminis es la variabilidad: Los Gemelos pueden pasar de un bando a otro sin el menor rubor, según les convenga. Y es que la dualidad del signo del horóscopo Géminis, que presenta a dos personas en una, hace que su constancia y fidelidad no sea mucha: al fin y al cabo, son dos opiniones en una misma persona.
Un último defecto que suele adornar al horoscopo Géminis es el de ser taimado: Los Gemelos, astutos, usan su característica inteligencia para sus fines, aunque éstos no sean los más loables del mundo.