Oraculo del Delfos

En la antigüedad clásica se creía que si se soltaran dos águilas en los extremos del mundo, éstas cruzarían su vuelo en el centro del mundo, esto es, en el oráculo de Delfos. 

Situado a los pies del Monte Parnaso, donde habitaba el dios Apolo y sus musas, el oráculo de Delfos fue el oráculo más importante de la antigüedad. A través de las sacerdotisas, el Dios Apolo advertía y auguraba tantos los buenos como los malos acontecimientos de los que fueron protagonistas los pueblos de la antigüedad.

De todas partes del mundo venían a consultar al oráculo de Delfos. Todos necesitaban del consejo de Apolo antes de tomar decisiones tan importantes como comenzar una guerra, desposar a una princesa o tener un hijo.

Las Pitonisas, como se conoce a las sacerdotisas de Apolo, atendían las consultas y transmitían el mensaje del Dios, tras entrar en un trance que las comunicaba directamente con la divinidad.

La fama mundial del Oráculo de Delfos fue fruto de los importantes y numerosos aciertos en sus predicciones. Tras siglos de afluencia masiva, con la llegada del cristianismo se construyeron templos cristianos y desapareció para siempre lo que había sido el centro del mundo antiguo y de la religiosidad griega.